Dolor después del Ejercicio: ¿Progreso o Señal de Alarma?

El ejercicio es esencial para mantenernos saludables, pero no todo el dolor después del ejercicio es una señal de progreso. De hecho, el mantra “sin dolor no hay ganancia” ha llevado a muchas personas a ignorar señales importantes de su cuerpo. Aquí vamos a desmitificar la relación entre el dolor y el ejercicio, explicaremos las diferencias entre el dolor normal (como el DOMS) y el dolor agudo, y daremos consejos para cuidarte mientras entrenas.

¿Por qué sentimos dolor al ejercitarnos?

El dolor es una respuesta natural del cuerpo cuando sometemos nuestros músculos, articulaciones y tendones a esfuerzo físico. Sin embargo, no todos los tipos de dolor son iguales. Algunos son normales y parte del proceso de adaptación muscular, mientras que otros pueden indicar una lesión. La clave está en aprender a identificar estas diferencias del dolor después del entrenamiento.


Dolor Muscular de Aparición Tardía (DOMS): Qué es y cómo identificarlo

El DOMS (Delayed Onset Muscle Soreness) es el dolor muscular que aparece entre 12 y 48 horas después del ejercicio. Es una respuesta común cuando desafiamos a nuestros músculos con una nueva rutina, mayor intensidad o ejercicios excéntricos (como bajar lentamente en una sentadilla). Este dolor es parte del proceso de adaptación, ya que los músculos reparan los micro desgarros sufridos después del entrenamiento, volviéndose más fuertes.

Características del DOMS:

  • Comienza entre 12 y 24 horas después del ejercicio.
  • Se siente como sensibilidad, rigidez o molestias al mover los músculos afectados.
  • Es temporal, desapareciendo en unos pocos días con descanso y cuidado.

Cómo aliviar el DOMS:

  1. Realiza descanso activo con actividades ligeras como caminar o yoga suave.
  2. Hidrátate bien para reducir la inflamación y mejorar la circulación.
  3. Prueba masajes o baños de agua tibia para aliviar las molestias.
  4. Asegúrate de consumir proteínas y antioxidantes que ayuden a la recuperación muscular.

El DOMS no es peligroso, pero si el dolor persiste más de 5 días, puede ser señal de que algo anda mal.



Dolor Agudo: Una Señal de Advertencia

A diferencia del DOMS, el dolor agudo es una alerta de que tu cuerpo está en peligro. Este tipo de dolor es inmediato, localizado e intenso, y suele aparecer durante el ejercicio o justo después. Puede estar relacionado con una lesión muscular, tendinosa, articular o incluso nerviosa.

Causas comunes del dolor agudo:

  1. Lesiones musculares: Distensiones por estiramientos excesivos o movimientos bruscos.
  2. Tendinitis: Inflamación de los tendones debido a sobre uso o mala técnica.
  3. Esguinces: Lesiones de los ligamentos por torceduras o movimientos inadecuados.
  4. Fracturas por estrés: Fisuras en los huesos por sobrecarga repetitiva.
  5. Compresión nerviosa: Como hernias discales que causan dolor irradiado o entumecimiento.

Qué hacer si experimentas dolor agudo:

  1. Detén el ejercicio inmediatamente.
  2. Aplica el método RICE:
    • Rest (descanso).
    • Ice (hielo) por 15-20 minutos para reducir inflamación.
    • Compression (compresión) con una venda elástica.
    • Elevation (elevación) para disminuir hinchazón.
  3. Consulta a un médico si el dolor persiste o empeora, especialmente si está acompañado de inflamación severa o dificultad para moverte.

Consejos para Prevenir el Dolor al Entrenar

  • Calienta correctamente: Realiza ejercicios dinámicos para preparar tus músculos.
  • Aumenta la intensidad progresivamente: No intentes levantar más peso o entrenar más tiempo del que tu cuerpo puede manejar.
  • Usa buena técnica: Aprende cómo realizar cada ejercicio correctamente para evitar lesiones.
  • Descansa adecuadamente: Incluye días de descanso para permitir que tu cuerpo se recupere.
  • Hidrátate y aliméntate bien: La hidratación y una dieta balanceada ayudan a reducir inflamaciones y a mejorar la recuperación muscular.
Dolor en el Ejercicio: ¿Progreso o Señal de Alarma?

Cuándo Preocuparte por el Dolor:

Consulta a un especialista si:

  • Experimentas debilidad o pérdida de movilidad.
  • Está acompañado de hinchazón severa o hematomas extensos.
  • El dolor dura más de 5 días o empeora con el tiempo.

El dolor puede ser parte del entrenamiento, pero no siempre es una señal de progreso. Diferenciar entre el DOMS y el dolor agudo es crucial para evitar lesiones y mantener un rendimiento constante. Si sientes molestias persistentes o dolor intenso, no dudes en consultar a un especialista. Entrenar de manera inteligente significa cuidarte para poder seguir avanzando.


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