La práctica de actividad física ofrece multitud de beneficios para el cuerpo y la mente, entre los beneficiarios de ser una persona activa, se encuentra el corazón.
Este órgano es un órgano vital para el ser humano como lo son muchos otros, pero el corazón recibe una atención especial. Las recomendaciones que provienen de las organizaciones, tanto internacionales como nacionales, suelen focalizarse en hacer ejercicio para estar sanos, prevenir enfermedades y sentirnos mejor. Para ello debemos practicar diferentes tipos de ejercicios y uno de ellos es el que se conoce como “cardiovascular (cardio)”o “aeróbico”. Este tipo de ejercicio se caracteriza por elevar la frecuencia cardiaca y la respiración para mejorar nuestra resistencia, trabajando grandes grupos musculares al mismo tiempo y de forma constante y repetida.
Dependiendo del grupo de edad al que se pertenezca se recomienda a nivel de ejercicio cardiovascular:
Los niños y jóvenes de 5 a 17 años inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa
Los adultos por encima de 18 años dediquen como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana.
En el caso de los menores de 5 años, las recomendaciones de la OMS son las siguientes:
Menores de 1 año: Si todavía no andan: promover que realicen actividad física varias veces al día, mediante juegos en el suelo, en el baño, y siempre en entornos seguros para ellos.
Si ya caminan: realizar actividades estructuradas y juego libre, al menos distribuidas a lo largo del día, tanto dentro como fuera de casa y de intensidad variable.
Entre 1-2 años: mínimo de 180 minutos diarios, practicando diferentes tipos de actividad a cualquier intensidad.
Entre 3-4 años: mínimo de 180 minutos diarios practicando diferentes tipos de actividad a cualquier intensidad, pero de estos 180 minutos al menos 60 minutos deberían ser a una intensidad moderada-vigorosa a lo largo del día.
¿Qué demuestran las investigaciones?
Seguir estas directrices ayudará al desarrollo y a mejorar la salud. Son varias las publicaciones que se han focalizado en estudiar los beneficios a nivel cardiaco de la actividad física en edades tempranas, por debajo de los 5 años.
Aquellos niños que practican actividad física entre los 3 y los 5 años de manera constante poseen mejores indicadores de salud cardiovascular y reducen el riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Pero los beneficios también aparecen antes de los 3 años y esta es la conclusión que obtienen unos científicos de Canadá. Tras la valoración a un grupo de más de 400 niños, concluyeron que la actividad física en niños de tan solo tres años de edad, beneficia la salud de los vasos sanguíneos, la capacidad cardiovascular y además es clave para la prevención de los indicadores de riesgo precoz que pueden conducir a enfermedades cardíacas en adultos.
Dra. Eva Ferrer Vidal – Barraquer – Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte