Con la llegada del verano el agua se convierte en un medio que toma protagonismo, ya sea en la piscina o en la playa, las horas que pasamos allí aumentan y podemos aprovecharlas para seguir manteniéndonos físicamente activos sin dejar de lado el ocio.

La piscina por un lado nos limita más el abanico de opciones. Pero también es el mejor medio para practicar la actividad acuática por excelencia, que es la natación, que también se puede practicar en aguas abiertas, pero todas las demandas aumentaran debido a la corriente del agua.
Esta actividad, concretamente en el estilo crol, implica una lista de músculos donde encontramos desde el pectoral, bíceps y tríceps hasta distintos músculos de la espalda, deltoides y core. También tiene propiedades muy interesantes, sea cual sea el estilo que se practique:
– Mejora de la capacidad aeróbica (sistema cardiovascular)
– Mejora de distintos tipos de fuerza (fuerza máxima, resistencia a la fuerza, fuerza explosiva).
– Mejora de la coordinación y de la movilidad de la zona escapulo humeral.
– Bajo impacto para las articulaciones.
¿Y que nos aportan las anteriores capacidades?
Mejorar las capacidades anteriores aportan una gran cantidad de beneficios, como la reducción del estrés y mejora del estado de humor, prevención de enfermedades cardiovasculares, pero podemos poner unos ejemplos concretos para cada una:
Capacidad | Beneficios |
Aeróbica | Reducción presión arterial. Mejora capacidad pulmonar |
Fuerza | Prevención de Sarcopenia, osteoporosis, dolores y contracturas. |
Coordinación | Mejora de la eficiencia del cuerpo. Mejora de las reacciones y reflejos. |
Movilidad | Prevención de lesiones. |
Si nuestra preferencia son las aguas abiertas las actividades a escoger aumentan siendo algunos ejemplos el surf, paddle surf, kayak… Son actividades más enfocadas al ocio pero que siguen teniendo un alto componente de trabajo físico. Con su práctica seguimos encontrando beneficios como los mencionados con anterioridad pero con características concretas según la actividad. Por ejemplo, en el kayak o piragüismo los músculos de la espalda y bíceps serán los que más trabajarán, mientras que en el surf el tren inferior y el core serán los que deberán realizar un mayor desempeño.
Antes de realizar cualquiera de las actividades un calentamiento fuera del agua nos ayudara a poner el cuerpo en el estado idóneo para su práctica y así minimizar el riesgo de lesiones. Una buena opción es la realización de diferentes ejercicios de manera progresiva, empezando por el tren inferior (sentadilla y zancada), seguido del core (plancha horizontal y plancha lateral) y del tren superior (flexiones con rodillas en el suelo) para finalizar.

Hay que tener en cuenta que la hidratación en los deportes acuáticos también es de gran importancia y más en verano, cuando las temperaturas son altas. Estar en el agua no hace que dejemos de necesitar hidratación.
¿Quieres saber más sobre hidratación en el deporte? Haz click aquí para descrubrir más